Una ciudad compacta Debemos renovar Buenos Aires mejorando el espacio público. Una opción es igualar la altura de la tipologÃa de perÃmetro libre a la de la tipologÃa entre medianeras. Florencia Polimeni. Legisladora de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires En los últimos meses mucho hemos discutido acerca de las edificaciones en Buenos Aires. La ciudad se está transformando y el Estado, los Códigos y las Leyes deben estar a la altura de las circunstancias para orientar el desarrollo urbano. No se trata de dejar de crecer, sino de definir cómo y hacÃa dónde lo hacemos. Para esto, es importante comprender sobre qué modelo se desarrolla nuestra ciudad. Toda normativa tiene una imagen a construir. La promesa del Código de Planeamiento Urbano Âaprobado en 1977, aún rige, con múltiples modificaciones es: "La ciudad moderna". Una propuesta que fue pensada al calor de la fe ilimitada en la máquina, que tomó forma en la necesidad de solucionar el problema de la industrialización, la renovación urbana, la falta de territorio, las altas densidades y los problemas de salubridad de la vieja y urbanizada Europa de posguerra. La utopÃa de edificios esparcidos en un parque contÃnuo conectados con autopistas. Nuestro actual Código promueve, en casi todas los distritos, este concepto a través de la construcción de edificios exentos con plantas bajas libres. Una tipologÃa edilicia ajena a las dimensiones y formas de nuestras parcelas. Las torres están permitidas en todos los distritos sin importar el entorno o los valores patrimoniales de los mismos. Es la ciudad del mercado donde los que más tierra tienen, más y más alto pueden construir y hasta es posible vaciar una manzana y utilizar toda su capacidad constructiva para erigir una torre en su centro. Estamos construyendo, hace años, una Buenos Aires de plantas bajas libres. Un paisaje de automóviles, de arbustos, de rejas, de muros divisorios y de cabinas de seguridad. Una ciudad indiferente a sus calles, a sus lugares de encuentro. Desde la perspectiva colectiva, el espacio público desvalorizado; y desde la privada, ambientes que iluminan, ventilan y tienen visuales a las medianeras vecinas. Una ciudad se vive a nivel peatonal. El desafÃo es encarar procesos de renovación urbana mediante la mejora del espacio público. El código debe promover la planta baja pública en vez de la planta baja libre. Es necesario determinar la ubicación de las torres en función de un proyecto que contemple la totalidad. Probablemente deberÃamos pensar en emplazarlas en los espacios de intersección, en los que Buenos Aires se encuentra con el rÃo o con el verde: privilegiando la construcción de tejidos permeables, las visuales y un loteo adecuado. En esencia Buenos Aires es una ciudad compacta, donde se construye la calle, y la forma urbana se define por alturas máximas y lÃneas de frente. En los próximos dÃas presentaremos un proyecto de ley que propone igualar la altura de la tipologÃa de perÃmetro libre a la de la tipologÃa entre medianeras en cada uno de los distritos. Crea además una comisión para la modificación del Código de planeamiento Urbano. Creemos que esta propuesta es un aporte inicial a un debate complejo y postergado. Esto permitirá volver a construir una ciudad, compacta, uniforme en sus alturas donde se respete el entorno y el patrimonio urbano. Este proyecto transforma a la ciudad en cosa de todos. La ciudad no debe ser el espacio de unos pocos entendidos que luego de complicadas tangentes, en función de los que más tierra tienen, definen cual es la altura permitida. Con esta propuesta el CPU comienza a mudar su condición de libro para iniciados para ponerse al servicio del ciudadano común. Democratizar y clarificar la información nos acerca a la República y nos aleja de la corrupción. Fuente: ClarÃn Demás está decir que si este proyecto de esta "niña" se aprueba, podemos ir despidiéndonos de las torres. Propongo escracharla mal .....!!!> |
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