El Plan Urbano es de todos

El Plan Urbano es de todos Buenos Aires es una ciudad con objetivos, con una institucionalidad política en plena construcción a partir de su reciente autonomía, y con una sociedad civil plural que brega activamente por sus derechos. Por ello, afirmar —como lo hizo Dardo Becerra, en la edición del 21 de marzo en este espacio— que "la ciudad sigue imponiendo sin pausa y sin planificación los usos y las intensidades que los grupos económicos y de poder proponen", es una falacia que desconoce no sólo la normativa sino también su realidad y dinámica. La Constitución de la Ciudad Autónoma (artículo 29) definió al Plan Urbano Ambiental como el instrumento que debe regir las políticas urbanas, públicas y privadas. La misión del Plan es establecer diagnósticos, estrategias y cursos de acción que den congruencia y eficacia a las actuaciones de los gobernantes, de los promotores y empresarios, de las actividades productivas y de los habitantes en general. Cumplimentando la Constitución porteña, se estableció al Consejo del Plan Urbano Ambiental como organismo responsable de su formulación y actualización. El Consejo cumplió con este mandato y el Poder Ejecutivo remitió a la Legislatura sucesivos anteproyectos del Plan en los años 2000 y 2004, que no llegaron a ser tratados en sesión y perdieron estado parlamentario. En estos momentos, el Consejo se halla abocado a la elaboración de una nueva versión del Plan, que dé cuenta de los cambios sucedidos en la ciudad y en el Area Metropolitana desde la crisis de 2001 hasta la actualidad. Cabe aclarar que el Plan no debe ser entendido como un proyecto terminado, sino como el sustento de un proceso de planificación y gestión permanente; un contrato social que plasme los acuerdos mayoritarios sobre los aspectos significativos de la ciudad, y que vaya incorporando las nuevas situaciones que devienen de su dinámica. Este proceso debe cumplirse en un marco participativo y transdisciplinario, con intervención de entidades académicas, profesionales y comunitarias. Precisamente con este fin, durante 2005 se puso en marcha el Foro Participativo Permanente, que tiene como objetivo principal formalizar el proceso de consultas, debate y formación de consenso sobre el Plan Urbano Ambiental, por medio de instancias y actividades en las que interactúan el Consejo y las organizaciones y ciudadanos que deseen intervenir en él en forma abierta, democrática y responsable. Desde su lanzamiento, el Foro Participativo Permanente ha realizado más de 30 talleres de trabajo a los cuales asistieron más de un centenar de entidades y numerosos ciudadanos a título personal. A su vez, como la modalidad participativa presupone la existencia de un flujo suficiente de información para los participantes, el Consejo ha reinstalado su sitio en Internet (www.buenosaires.gov.ar/copua) en el cual se puede obtener información sobre su actividades y descargar todos los estudios y documentos producidos en su actividad. También se ha constituido una Comisión Asesora integrada por entidades académicas, profesionales y comunitarias que, a través de sus opiniones y aportes, enriquece técnica y políticamente el trabajo en ejecución. Es necesario que gobierno y comunidad se pongan de acuerdo en cuanto a la administración y al futuro de la ciudad. El Plan Urbano Ambiental, entendido como un proceso continuo de planificación es la herramienta más adecuada para lograrlo. El Foro Participativo Permanente, siempre abierto a nuevas incorporaciones, es el espacio de trabajo para que todos aquellos organismos y ciudadanos interesados puedan brindar su aporte a dicho proceso. editorial de ARQUITECTURA CLARIN>