Saturday, April 28, 2007

La urbanización de Retiro:Un plan que ya genera polémica

La urbanización de Retiro
Un plan que ya genera polémica





La intención del Gobierno nacional de liberar tierras del ferrocarril para construir viviendas y parques disparó el debate. Prestigiosos urbanistas consultados por Clarín dicen que debe haber un proyecto integral previo para la zona.


La idea de vender y urbanizar 18 hectáreas de la zona ferroviaria de Retiro, sobre la cual informó Clarín esta semana, encendió un fuerte debate sobre el destino de esos terrenos. Prestigiosos urbanistas y arquitectos consultados por este diario coinciden en la necesidad de enmarcar la operación en un plan integral previo para toda el área. Algunos objetan también que ese dinero se destine únicamente a la electrificación del Ferrocarril General San Martín.

Unas 400.000 personas transitan cada día por Retiro, que tiene problemas crónicos derivados de la concentración de transportes. Allí funcionan tres líneas ferroviarias con sus respectivas estaciones, una línea de subte (en el futuro serán tres, con la H y la extensión de la E), decenas de líneas de colectivos, la estación de ómnibus de larga distancia y la terminal de cargas del puerto, con el consecuente tránsito de camiones. Allí confluyen autopistas. Y en el medio está la Villa 31.

La historia para resolver este nudo gordiano comenzó en 1996, cuando la Sociedad Central de Arquitectos organizó un concurso internacional de ideas. Los ganadores fueron contratados por el Ente Nacional de Bienes Ferroviarios (Enabief). Y en forma consensuada con la Ciudad se hizo un plan maestro para 78 hectáreas y un proyecto de normativa, que nunca fue tratado por el entonces Concejo Deliberante porteño.

En 2000, por encargo de la Corporación Puerto Madero —integrada por la Nación y la Ciudad—, el mismo estudio de arquitectura replanteó su proyecto original, para abarcar 300 hectáreas y crear una plataforma logística de infraestructura. Resultó demasiado ambicioso e inviable.

A mediados de 2005, la Corpo ración y los arquitectos retomaron el tema, en dimensiones factibles. Y decidieron comenzar por la etapa menos compleja: la urbanización de una franja de 18 hectáreas sobre Avenida del Libertador. Ahora, como reveló Clarín, dos empresas anunciaron que presentarán al Gobierno sendos planes para urbanizar esas tierras (ver Un proyecto...). Con el dinero obtenido —unos 500 millones de dólares— se electrificaría el ferrocarril San Martín.

El presidente de la Sociedad Central de Arquitectos, Daniel Silberfaden, subraya la necesidad de defender el proyecto surgido del concurso. "En las bases se establecía como compromiso del Estado que el dinero se destinaría a tres fines: pagar la construcción del nudo de trasbordo (traspaso de pasajeros entre trenes, subterráneos, colectivos y taxis); solucionar el problema de la Villa 31, y electrificar el Ferrocarril San Martín".

Para Silberfaden, la urbanización de "un área importante de la Ciudad" es positiva, porque "sirve para nuevos negocios inmobiliarios y para seguir el desarrollo de Puerto Madero; pero sólo si el producto de la venta se usa en esos tres objetivos".

Julio Keselman, ex presidente de la Sociedad Central de Arquitectos, dice que primero es imprescindible trazar una estrategia de urbanización para toda la zona, y recién después "empezar por lo más rico, que es Libertador. Pero no hagamos negocios con la Ciudad para malgastar hectáreas: van a enriquecer Libertador a expensas de arruinar el resto, por no estudiar los condicionantes". De todos modos, está en desacuerdo con los lineamientos urbanísticos para esa franja: "Una vez más se está taponando el río. Además, no estaría mal dedicar todo a espacios verdes, con el enorme déficit que tiene la Ciudad. Hay que pensar menos en el negocio y más en las necesidades de la gente".

El arquitecto Osvaldo Guerrica Echevarría, presidente de la Asociación Amigos del Lago de Palermo, huele en el proyecto un negocio privado con tierras públicas: "Las organizaciones vecinales de la Ciudad sostenemos que las tierras nacionales, como las ex playas ferroviarias, deben ser destinadas para uso y utilidad pública, preferentemente para espacios verdes. El altísimo impacto ambiental negativo que traería aparejado el uso inmobiliario intensivo de estas tierras redundará en perjuicio nuestro".

Para el urbanista Juan Manuel Borthagaray, las instalaciones ferroviarias de Retiro y sus tierras circundantes son un bien que se debe preservar. "Es cierto, se podría afectar a la urbanización la franja paralela a Libertador, entre Plaza San Martín y Callao, sin que sufra la circulación ferroviaria. Pero esas son las reservas urbanas de la Ciudad y no es cuestión de agotarlas para hacer más de lo mismo, recreando otro borde para Libertador", argumenta.

Borthagaray insiste en que "no hay una necesidad urgente o un beneficio social" que justifiquen construir más hoteles u oficinas.

Por su parte, el ex secretario de Planeamiento de la ciudad de San Pablo, Jorge Wilhelm, ve en las zonas ferroviarias que no se utilizan "una gran oportunidad". "Llegan hasta el núcleo central de la Ciudad —explica— y si se liberan son una región privilegiada. En Buenos Aires, la confluencia de Retiro con Libertador y la Recoleta le otorga a la zona mucha valorización inmobiliaria. Siempre va a haber capitales privados para invertir en esta zona".

Wilhelm observa que, como Retiro es un área de gran accesibilidad, "es importante que la mayor cantidad de personas posible pueda gozar de la urbanización que se realice. No sirve hacer sólo oficinas o sólo viviendas. Habría que hacer una mezcla de actividades".

El decano de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UBA, Jaime Sorín, señala que "el problema de la Ciudad es que no tiene un plan estratégico ambiental que defina qué debe hacerse con las tierras públicas y hacia dónde va a crecer. Al fin de cuentas, son tierras de la Ciudad, y es ésta la que tiene que dar la codificación; pero sin un plan estratégico, tampoco se puede definir qué se puede hacer".

Silberfaden coincide con este punto y recuerda que el proyecto encargado por la Corporación Puerto Madero "aún debe ser presentado a la Legislatura para que apruebe la normativa y la zonificación, lo que es imprescindible para que el Onabe (Organismo Nacional de Bienes del Estado) pueda vender las tierras".

Según el presidente del Instituto de Vivienda porteño, Ernesto Selzer, "es impensable un desarrollo sobre Libertador sin resolver la cuestión vial, la conexión con la Autopista Illia, con la Avenida Pueyrredón y con la futura Autopista Ribereña. Y eso no puede hacerse si antes no urbanizamos la Villa 31 (ver Villa 31...). Me parece desacertado poner un valor dinerario a terrenos en función de una expectativa. Si no intervenimos previamente, eso no vale nada", consideró.

El Gobierno porteño está trabajando sobre el tema vial. "La tarea que ya está en curso se basa en completar la salida de la autopista Illia hacia la Provincia, como parte del tramo norte del anillo de circunvalación de la Ciudad", dice el secretario de Infraestructura y Planeamiento porteño, Roberto Feletti. Por otra parte, se sigue discutiendo con la Nación la definición de la Autopista Ribereña, que uniría la autopista Illia con el acceso a la autopista Buenos Aires-La Plata. "La construcción de este tramo fue concesionada por la Nación a Coviares, que no la concretó. Por eso la Ciudad reclama que se la transfieran para hacerse cargo de los trabajos", dice Feletti.

El funcionario agrega: "También buscamos poner en valor los entornos de Aeroparque, el puerto y Retiro, pero este es un proceso complejo que requiere intervención legislativa".


como es el proyecto

El proyecto de urbanización de Retiro consiste en liberar una franja de terrenos paralelos a la Avenida Del Libertador, entre las estaciones de tren y la Avenida Pueyrredón, para construir viviendas, comercios, oficinas y hoteles. La idea surgió hace más de 10 años, pero según reveló Clarín en su edición del miércoles 15, ahora fue reflotada por el Gobierno nacional. La intención de éste es financiar la electrificación del ferrocarril San Martín con los fondos que se obtengan de la venta de los terrenos, que son de la Nación.


Para desarrollar la franja se le encargó a la Corporación Puerto Madero una readecuación de un proyecto ya existente. Este fue elaborado por el estudio Baudizzone, Lestard y Varas en 1997, después de ganar un concurso de ideas para remodelar Retiro convocado por la Sociedad Central de Arquitectos.


El esquema definitivo del proyecto Retiro 2010 aún no está listo, pero trascendió que el 65% de las 18 hectáreas a utilizar serían para espacios públicos, incluyendo calles, veredas y plazas. Y el 35%, para viviendas, oficinas, comercios y hoteles 3 estrellas. Los edificios no superarían los ocho o 15 pisos, según sus ubicaciones.


En una primera etapa, se construiría un paso peatonal por debajo de la Avenida del Libertador y paralelo a la calle Ramos Mejía. Después, para liberar los terrenos, se levantarían las vías de los trenes de carga que circulan detrás del muro paralelo a Libertador, así como las playas de maniobra y contenedores que están debajo de la autopista.


El proyecto sería una parte de un plan que abarca más tierras, desde las terminales de Retiro hasta Salguero y de Libertador al Puerto. En esta área se combinarían soluciones para el Puerto, la terminal de ómnibus, las transferencias de colectivos y subtes y las Villas 31 y 31 bis.


Habría dos empresas interesadas en urbanizar Retiro y electrificar el San Martín: la empresa australiana Delmo y el grupo integrado por Metrovías (Roggio), Ferrovías (Romero) y TBA (Cirigliano).

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