Preludio
para la Usina de la Música>
En el viejo edificio de la Italo comenzaron las obras para un auditorio dedicado a la música clásica.
Cómo es el proyecto.
SILVIA GOMEZ.
Fue construida en 1916 en el barrio porteño de La Boca para proveer de electricidad a la ciudad. Y seguramente Juan Chiogna, el arquitecto italiano que proyectó este edificio de estilo romántico lombardo para la Compañia Italo Argentina de Electridad, nunca imaginó que iba a terminar alojando un auditorio para la difusión de la música clásica.
Una parte de las obras de reacondicionamiento ya comenzaron y quizá esta vez el proyecto se lleve a cabo. Es que la concreción de esta sala ha transitado por un largo y sinuoso camino, entre burocrático y polÃtico (ver "El lento derrotero de la usina"). En verdad es una obra que la ciudad necesita para alojar en forma permanente a la Filarmónica de Buenos Aires y la Sinfónica Nacional. Actualmente la primera ensaya y ofrece funciones en el Teatro Colón; mientras que la Sinfónica lo hace en el Cervantes y da conciertos en el Auditorio Belgrano.
Al frente de este proyecto se encuentra la Dirección General de Infraestructura del Gobierno de la Ciudad, que centró su diseño en premisas básicas: "El aislamiento de los ruidos externos, el acondicionamiento acústico, el tiempo de reverberación y las comodidades del público", explica el arquitecto Alvaro Arrese, director de esa repartición.
El complejo musical se alojará en la nave principal de la usina que tiene 23 metros de ancho, 101 de largo y 22 de altura. Aprovechando estas dimensiones, allà se ubicarán las tres salas principales: una sala para música sinfónica, que tendrá capacidad para 1.600 espectadores, una sala de cámara, para 500 personas, y una sala de ensayos para 250 músicos y coreutas. En el proyecto, las salas fueron dispuestas en dos grandes volúmenes; en uno de ellos, sobre la calle Caffarena, se superponen la sala de cámara y la sala de ensayos.
Junto a esta nave, en la esquina de la Av. Pedro de Mendoza y Benito Pérez Galdos, un pequeño edificio, casi la insignia de esta usina, alojará el acceso principal, el foyer y las entradas laterales a la sala. Quizá el trabajo de restauración más cuidado se apreciará en esta pequeña nave que se ve desde la Autopista Buenos Aires - La Plata y que posee una torre coronada por un reloj.
Además de estas naves, dos edificios anexos y un cuerpo secundario complementarán las funciones del auditorio. Asà se generarán espacios que ayudarán a optimizar los usos de las salas. Uno de ellos, paralelo a Pedro de Mendoza, tendrá en sus cinco niveles negocios, la administración y servicios. En el segundo anexo se proyectaron las circulaciones de acceso a la gran sala, las dependencias que corresponden a los camarines de los directores de las orquestas, y la de los músicos solistas.
El cuerpo secundario ya comenzó a restaurarse. En él estarán ubicados oficinas, negocios, cafeterÃas y más servicios, como ventas de instrumentos, partituras. Allà también estarán las rampas y ascensores para discapacitados.
Las salas. La sala mayor estará reservada para la Filarmónica de Buenos Aires y la Sinfónica Nacional, además de otros grandes conjuntos orquestales. Y estará alojada en la nave principal, sobre la calle Benito Pérez Galdos, y sacará provecho de la mamposterÃa envolvente que tiene casi un metro de espesor. "Para cumplir con reglas de la acústica, se definió dentro de la nave un volumen prismático menor, de planta rectangular, envuelto por otros cuerpos", explica Arrese. Esta sala mayor posee una capacidad para 1.547 espectadores sentados y para 150 localidades de pie.
El volumen es de 9 metros cúbicos por espectador y su tiempo de reverberación se calculó en dos segundos. Y justamente en función de la energÃa acústica el escenario fue diseñado con una atención particular. "Sus laterales se quiebran para mejorar el sonido y su espalda aprovecha las rampas de evacuación de público como fuente de difusión sonora Âdetalla ArreseÂ. Además, un reflector acústico de acero y vidrio suspendido dentro del volumen de la sala, ajustará la afinación".
Habrá una platea central que estará comunicada con las bandejas laterales. Una de ellas, ubicada al mismo nivel del Salón Dorado, fue diseñada como Palco de Autoridades.
La otra sala, también ubicada en la nave principal, será la de Cámara y será usada para pequeños conjuntos o solistas. Tendrá tres niveles y capacidad para 400 espectadores sentados y 100 de pie. A partir de simples movimientos de cortinados, la sala se adapta acústicamente a distintas formaciones musicales.
Y habrá también una sala de ensayos, en la planta baja, que reproduce las caracterÃsticas del escenario de la sala principal. En ella podrán ensayar hasta 120 músicos y 120 cantantes. Su ubicación coincide con los camarines de músicos y la sala para pequeños conjuntos. Allà también se proyectó una sala de control de sonido que centralizará el comando de las grabaciones en las tres salas.
Para las circulaciones masivas de público, se diseñó un recorrido transversal que busca unificar los dos accesos: el principal por la esquina de Pedro de Mendoza y Caffarena y el secundario, por la calle interior del complejo. Básicamente se trata de un sistema contÃnuo, integrado por seis escaleras, tres grandes rampas y dos baterÃas de ascensores, que vinculan los cinco niveles de público. "Con esta disposición de las circulaciones también recuperamos la espacialidad original del edificio, lo que destaca la dimensión y la altura de la nave central", detalla Arrese. Otro elemento que acenturá la magnitud del lugar será el lucernario existente. Este recorre longitudinalmente la nave y será restauradopara proveer luz natural.
http://www.clarin.com/suplementos/ar...a-01141415.htm>
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