Saturday, April 28, 2007

Edificio Grand Bourg, la opinión de los lectores

Repercusión de la nota publicada el miércoles último
Edificio Grand Bourg, la opinión de los lectores


¿Está de acuerdo con que se construyan edificios afrancesados?

DANIEL SILBERFADEN

"Yo no me preocuparía tanto. En el nivel personal es un tema que me tiene sin cuidado porque el Grand Bourg no es mi forma de pensar la arquitectura que, en mi caso, tiene que ver con cuestiones éticas, ligadas con la arquitectura como cultura, y esta torre es una forma de arquitectura contracultural. Uno proyectista piensa hacia adelante, en forma positiva, y no con una mirada melancólica hacia el pasado mejor. Yo más bien pienso en un futuro mejor.

Por otro lado relativizo la polémica porque me parece que lo importante es la ciudad en su conjunto, y Buenos Aires resiste estas cuestiones. Es una ciudad con características muy marcadas, muy fuertes, en sus parques, en las calles, en la masa construida. Por lo tanto, esto es moda pasajera salida de la visión personal de un desarrollista inmobiliario. Pensando en los arquitectos que proyectaron el Gran Bourg recordé que, 70 años antes, un grupo de arquitectos jóvenes y osados del estudio Sánchez Lagos construyó un edificio como el Kavanagh, moderno, audaz y pensado para un mismo tipo de público. Aunque aquel público compraba audacia y modernidad a través de una visión casi utópica de la arquitectura. En este caso cambiaron los clientes, aquéllos eran culturalmente superiores.

Presidente de la Sociedad Central de Arquitectos y titular del estudio Silberfaden

FLAVIO DOMINGUEZ

"¿Por qué la gente sigue comprando copias de muebles de estilo? Porque le gusta, porque indudablemente el estilo no ha pasado de moda. Creo que pasa lo mismo con los edificios clásicos. En una ciudad tan caótica, tan desordenada y descontrolada como Buenos Aires, ¿por qué no una arquitectura neoclásica, como ésta?

Me parece que en el caso de la torre Gran Bourg, el lenguaje está mejor resuelto que el del edificio que hoy ocupa el hotel Four Seasons, por ejemplo, que fue realizado con la misma intención historicista, pero que es un burdo intento neoclásico. El Grand Bourg responde a los órdenes clásicos: basamento, fuste, coronamiento. De manera que, si bien yo no haría un edificio como éste porque no es el estilo de arquitectura que me gusta, no me parece tan criticable en el contexto de esta ciudad. Y si vamos a criticar, lo justo sería empezar por revisar otros tantos desatinos de la arquitectura porteña.

Arquitecto

MARIA GABRIELA MEDINA

"El arquitecto diseñó un edificio, no hizo una maqueta para exponer en un museo. Es decir, lo construyó respondiendo a un negocio inmobiliario y tratando de no sacrificar las bases de la arquitectura. Eso no me parece mal porque, más allá de ser un arte, los arquitectos vivimos de esto. En referencia a todo lo que es un revival del neoclásico, creo que de alguna manera la arquitectura moderna está basada en ese movimiento clásico que marcó las bases. Y así como los muebles de estilo siguen vigentes en pleno siglo XXI, a la gente le gustan los clásicos de la arquitectura. Estructuralmente, el Grand Bourg es un edificio moderno. Más allá de la fachada neoclásica hay tecnología aplicada. A mí personalmente me gusta, me parece que el mix de estilos suma.

Arquitecta

DANIEL MAZZUCCHELLI

"Comparto plenamente la opinión del Mario Roberto Alvarez, con respecto al volumen edilicio de la torre Grand Bourg. Considero que sólo el diseño y la creatividad marcan distinción, estilo y personalidad en la arquitectura. Proyectar, no imitar, no copiar ni involucionar como en el caso citado hubiera agregado valor a la fisonomía de la avenida Figueroa Alcorta. Extrapolándonos, increíblemente en Buenos Aires se construye imitando estilos y, en cuanto a la preservación de éstos, en plena ciudad permiten demoler lo que realmente es valioso. Basta con citar la casa de los Pereyra Iraola en la avenida Callao al 1600; la casa de remates Roldán en Rodríguez Peña a la misma altura, y no se qué destino correrá el petit hotel de Rodríguez Peña al 1700, proyecto del arquitecto francés Pablo Pater. ¿Quién controla o permite la demolición de estas verdaderas obras de arte? Habiendo tantos espacios donde construir, diseñando y creando, ¿por qué derrumbar la historia?

CARLOS A. MENDEZ MOSQUERA

No puedo menos que coincidir con la opinión del colega y gran arquitecto Mario Roberto Alvarez. En cambio, creo que el emprendimiento comercial no es producto de "falta de muñeca¨, como opina Fabio Grementieri, sino de falta de comprensión de la responsabilidad profesional que significa construir un edificio en Buenos Aires, que representa una ficción del mundo actual y una traición a los principios sociales y tecnológicos de la gran arquitectura moderna del siglo XX, que hicieron posible figuras como Le Corbusier, Walter Gropius, Alvar Aalto y Frank Lloyd Wright, entre otros.

Arquitecto

Según la encuesta de opinión abierta el miércoles último, sobre un total de 118 votos, el 74,58 por ciento se manifestó en favor de la construcción de edificios de estilo afrancesado.



Link corto: http://www.lanacion.com.ar/782657>

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