En 1924, el Banco Edificador Rosario financia la construcción de un pequeño barrio de casas de altos en la zona de Ovidio Lagos y 9 de Julio. Los encargados de ejecutarlo fueron Hilarión Hernández LarguÃa (padre de Cristián Hernández LarguÃa, director del Conjunto Pro Música de Rosario) y Juan Manuel Newton, quienes le imprimieron el estilo Art Déco imperante en la época. El epicentro de ese barrio fue el pasaje Monroe. Por uno de esos milagros urbanos, el conjunto sobrevivió hasta hoy, pero ya se cierne sobre el barrio la amenaza de las constructoras, y empiezan a asomar los más horribles adefesios imaginables en las calles contiguas. Por lo tanto, decidà dejar un testimonio gráfico por las dudas de que este encantador pasaje --probablemente único en el paÃs-- desaparezca. Primero, un mapita de la zona. La cuadra que consideraremos es exactamente la que dice Monroe. Vistas de las lÃneas de edificación: Las casitas: Y otras dos vistas generales de la callejuela: > |
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